¿Es diferente la enseñanza del español para el hispanohablante que para el anglohablante?
Las diferencias son muchas y enormes. Se debe enfatizar desde un principio que el hispanohablante no está en el proceso de aprender el español como idioma extranjero. La comparación sería como si dijéramos que el anglohablante en la clase de inglés está aprendiendo su lengua materna como segundo idioma (ESL). Aún desde el principio de sus estudios, las necesidades del hispanohablante en la clase de español son muy distintas a las de su compañero anglohablante, por ejemplo:
• El anglohablante sólo se puede comunicar con palabras aisladas y frases aprendidas de memoria. El hispanohablante normalmente domina un amplio vocabulario que usa en construcciones sintácticas desde la muy sencilla hasta la más compleja.
• Es raro el anglohablante que tenga un fuerte dominio fonológico al principio de sus estudios. El nativo, por otra parte, no necesita ejercicios de pronunciación, porque ya domina el sistema fonológico.
• En términos morfosintácticos, el sistema verbal presenta grandes dificultades para el anglohablante. El hispanohablante, al contrario, tiene acceso a gran parte de las formas verbales y a su uso para expresarse debidamente.
Entonces, ¿qué debo hacer para enseñar al hispanohablante?
Lo primordial es desarrollar una actitud positiva en lo que se refiere al español de los estudiantes. Por lo tanto, la clase de español no debe tener como meta el reemplazo del lenguaje del estudiante por la versión académica. Se trata de expandir, no de reemplazar. Las dos variantes pueden, y deben, coexistir y usarse según las circunstancias en que se encuentre el individuo.